El meteorito caído en el campo de Molina de Segura en 1858 es el más grande existente en la península ibérica. Hoy lo podemos contemplar en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid.
En 1998 bajo los auspicios de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Molina se mostró en una exposición junto con otros ejemplares, en la Sala la Cárcel de Molina de Segura.Tiene un peso de más de 112 kilos.
En el MNCN (museo de ciencias naturales) se dispone de la información que de su caída, ocurrida el 24 de diciembre de 1858 a las 2.45 horas suministró Rafael Martínez-Fortún.
Este es el relato: "se oyó de repente un gran ruido parecido al que produce la electricidad en las nubes, y las personas que estaban en las calles, en los caminos y en los campos, vieron aparecer un magnífico globo de fuego de una brillantez extraordinaria y deslumbradora que ostentando los colores del arco iris oscurecía la luz de la luna y descendió majestuosamente desde las regiones aéreas, atravesando nuestro horizonte en dirección oblicua del Mediodía a Norte, el cual pasó por encima de esta ciudad a tan poca distancia de la torre de la Catedral, que los que en ella la observaron creyeron que iba a tocar en la linterna de dicha torre, pero no sucedió así. Sino que recorrió unas tres leguas más salvando esta ciudad y su término y fue a caer en una hacienda.
El impacto sobre el terreno produjo un sacudimiento y vibración en la tierra tan fuerte que se llegó a sentir no sólo en las inmediaciones de aquel punto, sino tambiénen esta ciudad a cuyo ruido y sacudida despertaron muchas personas de las que se hallaban durmiendo y todas, excepto las que observaron el fenómeno al aire libre, creyeron que era una de esas tormentas tan frecuentes en esta localidad llenándoles de terror.
Los vecinos que concurrieron al sitio, quedaron todos confusos sin saber quién podría haber producido aquello ni con qué objeto, puesto que tampoco se notaban alrededor huellas de personas ni animales y tampoco existía señal alguna de corte de azada ni otra herramienta: escarbaron un poco entre la tierra y no encontrando cosa alguna por entonces lo olvidaron completamente; más tarde segando la cebada, a uno de los segadores le llamó también la atención el hoyo aquel y escarbando con la hoz tocó ésta con un cuerpo duro y resistente, lo que comunicó a sus compañeros y al labrador y acudiendo todos y escarbando en aquel punto a una vara de profundidad encontraron una piedra de figura cuadrangular, color negruzco y de un peso extraordinario comparado con su volumen, pues tenía diez arrobas y quince libras, lo cual unido a que no se parece a piedra alguna de las que ellos habían visto hasta entonces en aquellos alrededores ni en otra parte les llamó sobremanera la atención, quitándole uno de ellos un pedazo de uno de sus ángulos con un golpe que le dio con una maza de hierro".
Actualmente una reproducción del meteorito se puede contemplar en el Aula de la Naturaleza que la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Molina de Segura tiene en la pedanía del Rellano.
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